En el reciente evento de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC), el Gobierno argentino presentó cifras que destacan el potencial de crecimiento del sector minero nacional. Según el informe elaborado por la Secretaría de Minería, se proyecta que para 2030 las exportaciones mineras alcancen los US$19.200 millones, un incremento significativo en comparación con los US$4.700 millones registrados en 2024.
Uno de los minerales con mayor proyección es el litio. El Gobierno estima que las ventas de este recurso se multiplicarán por ocho en los próximos años, alcanzando cerca de US$10.000 millones en 2030. Esta proyección se basa en un aumento de la producción y en una recuperación del precio de comercialización, que en 2022 llegó a US$80.000 por tonelada, aunque en 2024 descendió a aproximadamente US$10.000.
El cobre también se perfila como un actor principal en el futuro minero del país. Actualmente, hay alrededor de dos docenas de proyectos de cobre en consideración. Si al menos seis de estos se concretan, Argentina podría posicionarse entre los principales proveedores mundiales para 2035, con una producción superior al millón de toneladas métricas anuales. Esto representaría exportaciones anuales superiores a US$8.000 millones, según la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
Para impulsar este crecimiento, el Gobierno implementó el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que busca atraer inversiones extranjeras directas al sector minero. Se espera que estas inversiones alcancen US$1.388 millones en 2025 y aumenten a US$7.510 millones en 2026, impulsadas por el RIGI.
Este panorama refleja un sector minero argentino en expansión, con expectativas de crecimiento sostenido en producción y exportaciones, respaldado por políticas gubernamentales y la inversión extranjera.